FRESCA SONRISA DE ELIAS
Aparenta dormir plácidamente en su cuna, pero al día siguiente por la mañana aparece despierto y muy sonriente a mi lado, desplazándome a una pequeña esquina de mi cama.
Cuando nuestro hijo tiene buenas calificaciones en el colegio es fácil amarlo, pero cuando nos causa molestias con sus travesuras e inocencia, es difícil consentirlo, nos disgustamos y desearíamos castigarlo, pero el niño antes que le miremos mal nos recibe con su fresca y audaz sonrisa calmando nuestra ira y persuadiendo, a seguir amándolo por igual.
Este ejemplo, es el caso de mi hijo Elías, con su mamá al oscurecer el día siempre lo acostamos en su cuna, lo cubrimos con su cubrecama y al sentirse abrigadito en estas noches de frio, sus ojos negros y grandes se cierran, para dar paso al descanso placentero.
Aparenta dormir plácidamente en su cama cuna, pero como arte de magia al día siguiente por la mañana aparece despierto y muy sonriente a mi lado y yo, desplazado en una pequeña esquina de mi cama.
Mi hijo Elías, cuando duerme desea hacerlo cómodamente, pero esa placidez tiene un costo, al levantarme por las mañanas lo hago con dolor de espalda y malestar en el cuello, por haber dormido en posición encorvada por cuidar que mi hijo pernocte bien a sus anchas en todo el espacio de la cama.
La incomodidad de no poder dormir tranquilamente, se desvanece cuando todas las mañanas antes de levantarme veo el rostro angelical, sonriente, fresco y descansado de mi hijo Elías, por haber tenido una noche placentera, su infante pero engrandecido cuerpo cuando se estira por toda la cama, y con la mano en el ceno de mamá”, esta escena me conmueve, levanto en brazos en alto a mi hijo y lo beso con ternura agradeciendo a Dios por tremenda bendición que me ha dado en la vida.
Los padres que optamos por una paternidad tardía debemos prepararnos y asumir que deberemos enfrentar a los retos que el desarrollo de nuestro hijo nos vaya a poner delante y bajo la premisa siempre presente de darle con amor y firmeza nuestro tiempo, para tranquilidad y confianza de ese pequeño ser que nos está conociendo y amando cada día.
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